Nos juntamos en la carretera, mas cargados imposible, kilos y kilos de comida, donde nos llevamos la sorpresa que se sacó el Diego Ibaceta…el nunca bien ponderado huevo deshidratado; mucho equipo, cuerdas, abrigo, carpas, cuanta wea… preparados para el agua, para el hielo y pa meterle machete a un bosque bastante prístino…preparados pa quedarnos a vivir en ese río.
El destino era el Volcán Macá, ubicado bien a la cresta(un capricho más del Tomás), desde Puerto Cisnes en dirección al mar, tomamos una lancha, comandada por el gran «Claudio Matamala», un grande, un crack de la navegación y que se fascinaba, a pesar de vivir desde cabro chico por esos lados, con cada rincón que veía, con el grupo de orcas que se nos aparecieron y con los hermosos lugares que hay por el Canal de Puyuguapi. Navegamos con él unas 3 horas, donde antes de dejarnos a la deriva en la desembocadura del Río Uspallante, se mandó una certera pesca, que nos daba algo de energía antes de partir la odisea.
Desembarcamos, el tiempo se veía bueno unos cuantos días, supuestamente nadie habia entrado por ahí intentando alcanzar el Volcán, y las curvas de la carta, no se veían tan mal. Pero el plan consistía en seguir el río en su gran parte, asi que dependíamos bastante del clima.
Continuará…
Rataclimb 