Un dia de ¿Agosto? del 2018 y las llamadas salientes de mi celular clamaban por las palabras: vamos, que tanta wea…

De anticipo pido las disculpas pertinentes si en el transcurso del relato se me van los enanos pal monte pero es lo que hay y habrá…
El cartelito de la oferta era fuerte y claro:
«Se buscan hombres para viaje peligroso. Salario bajo, frío penetrante, largos meses en la más completa oscuridad, peligro constante, y escasas posibilidades de regresar con vida. Honor y reconocimiento en caso de éxito.»
Ahora viendolo en retrospectiva, debería decir así:
«Se buscan buenos amigos para un viaje/expedicion que ojala no sea peligrosa. SIN Salario, algo de frío, días de caballo, dolores de espalda y poca agua, peligro autoimpuesto y posibilidades siempre de regreso si no nos mandamos un papelón de aquellos. SIN HONOR Y SIN RECONOCIMIENTO A LA FECHA PORQUE NADIE SE ENTERÓ…, Cariños… Carlos.»
Esa es la tónica de la temida/costosa/gloriosa expedición autofinanciada o autodesfinanciada (al mas puro estilo de beca del sistema público).
Lo primero era claro: necesitabamos un equipo de 3 personas, y eramos 2, los mismos 2 de siempre: Pablo y mi ratisima persona.
La misión, lo de siempre de los últimos 4 a 5 años, un sector inexplorado, de dificil acceso principalmente por desconocimiento, bosques y geografia por descubrir. Altas posibilidades de fracaso, no solo por el acceso en si sino que también porque el tiempo en Patagonia es traidor y mesquino.
El lugar, el Glaciar Erasmo , tal como lo describe poéticamente y con faltas de ortografía:
«Un lugar perdido y olvidado de la patagonia. Al fondo del fiordo Cupquelan,( al norte de la laguna san rafael) existe un glaciar perdido. Un glaciar que no llega al mar, ni a valle alguno. encerrado entre paredes de granito, lentamente se derrite. es el Erasmo. sin exploraciones, sin informacion previa, sin accesos, solo esperaba.»
Pablo BESSER(textual)
Llegamos en lancha, y siguiendo los cursos de agua en packraft alcanzamos la escondida laguna del glaciar del Erasmo, tal vez el lugar mas hermoso como inaccesible de la Patagonia. Luego de dos primeros ascensos y la primera exploración del sistema del Erasmo regresamos al mejor estilo patagónico; con lluvias, ríos crecidos, bosques impenetrables y aventura.
La descripción anterior es de la expedición del año anterior, digna de anécdotas que podría o podría no contar en un siguiente relato si me da la gana y dejo de estar constipado (las últimas fechas me han dado grandes variaciones entre la constipación y la diarrea gracias a turnos eternos y a dosis de comidas grasas y alcohol) pero vamos a lo nuestro :
La expedición de ahora era el mismo sector pero en otra modalidad: semiburguesa. La meta anterior que era llegar al plateau superior del glaciar fue mermada ante la cruda realidad, un glaciar escondido, rodeado de paredes con un grietal de aquellos y una cascada de seracs coronando antes de llegar al plateau. San se acabó esa opción en esa oportunidad y nos tuvimos que conformar con objetivos secundarios.
La nueva cueca, la nueva ola de música que se acercaba hacia nosotros era el ingreso a través de otro valle sin necesidad de acceder via marítima por el Fiordo Cupquelán sino que a través de tierra utilizando dos elementos de guerra: la caballería y la infantería.
La junta estratégica en Santiago ocurrió entre dos mentes soñadoras mirando mapas en Google Earth y el mapa rutero de vialidad (que esta bastante bueno para que decir) haciendo caso omiso de lo que siempre supimos y aprendimos con la experiencia de los lugares no explorados: Google se come muchas cosas (y bien atravesadas). Dígase que te plantea ilusamente que una pared es un hermoso plano caminable o bajable a pie sin necesidad de ningún artilugio.
Lo que si esta vez disponiamos de dos cosas: Aterrizamiento creativo y Fotos, sobre todo fotos

faltaba solo la parte inferior para tener certezas
De lo que teniamos inicialmente era un pequeño boceto de google earth, una maleta de sueños y una foto que nos decia el final de la entrada al glaciar pero no el fin.
El objetivo principal eso si distó de ser inicialmente el Glaciar Erasmo y sus cerros, lo que llamaba la atención era esa tremenda mole fuera del complejo Erasmo llamado Cerro Erasmo (berf) , maxima altura del sector pero curiosamente fuera del complejo glaciar junto con una travesía al mas puro estilo rata en pack raft con bajada a través del rio Murta para dar como mojones en el mar a bahía Murta, y si el tiempo acompañaba pasar del lago General Carrera en packraft a puerto rio Tranquilo, después quizás uno que otro rio y quien sabe, quizás llegar por via marítima hasta Valparaíso y remontar el rio Maipo para volver a llegar a Santiago en Pack raft.
Sea cual sea el plan original sonaba bastante ambicioso y lo fue.

Volviendo después de esta gran divagación al tema inicial primero uno parte por el cariño antes que lo técnico llamando a viejos camaradas de peripecias anteriores, cero respuesta, un par de si’s camuflajeados pero con olor a no y al final fue todo un gran NO disfrazado de excusometría barata de fin de siglo.
Lo que me sorprendió si fue el hecho de que al llamar al Cabezadura ese lo primero que me dice es: «déjame cachar como ando de pega pero si, voy, súmame.» tuve que reconfirmar como 3 veces ya que esa es la respuesta que uno espera en estas instancias pero venia de un hippie muy amigo mío que se echa aceite de guanabana en el ala en vez de desodorante. Y efectivamente fue una afirmación, quedamos de juntarnos un dia y Plif Plaf Plof todo se armó de la noche a la mañana.
Como se habrán dado cuenta queridos lectores (que deben ser unas dos o tres personas) el dilema principal de rutas de exploración no documentadas se traduce en dos medidas físicas muy relacionadas entre si: masa y volumen. A mi parecer importa mas el volumen que la masa, salvo que sea demasiada la masa (pizza a la piedra o tradicional si se entiende mejor). Y, por lo tanto, desembolsé algunos morlacos para poder comprar alguna piezas de equipo ultraliviano HMG que están muy de moda hoy en día en la muchachada gringa.
Pues bien, la carpa HMG consiste de una carpa triangular, no dispone de parante alguno, salvo la creación de un parante por bastones de trekking, un palito, una escoba o unos remos, cualesquiera de los que se disponga y se arma en base a presión contra el piso con estacas, piedras o en nieve con deadman. En ese entonces, mientras armábamos la carpa a 27°C al lado de la piscina de Pablo no me cuestioné cuantas estaciones de Vivaldi iríamos a escuchar en la siguiente expedición.
Asi que bien, reunión de mas, reunión de menos, la fecha elegida fue fines de noviembre a Diciembre. Como secreto les digo a ustedes niños, hasta ahora son los meses de noviembre y diciembre en estas fechas de calentamiento global , las mas idóneas para ir a patagonia y que toquen buenas ventanas de buen tiempo.
El Glof
Otro problema surgió de forma inesperada antes de partir, un evento cataclísmico ocurrió en la zona. Un evento llamado GLOF (sigla para Glacial Lake Outburst Flood), consistente en el desagüe de millones de litros de agua de alguna laguna glaciar por diferentes causas ya sea la caída de un serac gigantesco que haga que desborde el lago, la perdida de sostén lateral de la misma laguna por el retroceso glaciar, o bien gracias a actividad volcánica que recibe otro nombre, todos desencadenan lo mismo: un aluvión gigante en algún curso de rio y la consiguiente crecida y desborde del rio aguas abajo.

En fin, los GLOFs llegaron para quedarse en las zonas donde abundan los glaciares a baja altura y justo por cosa del destino y la mala suerte este GLOF llegó a ocurrir el dia 27 de octubre del 2018, y justo logro echarse el camino que transcurre desde puerto rio tranquilo a bahía exploradores. Obviamente el turismo se fue al hoyo ya que de ahi parten muchos de los barcos camino a la Laguna San Rafael. Entre risas después nos contaban los locales que la «urgente» medida que dispuso el gobierno de turno para dar rápida solución al problema fue enviar a su «tropa de elite» consistente en 6 trabajadores del MOP armados de traje reflectante y pala, pues bien, era evidente que nada podrían lograr contra un derrumbe que creó un lago nuevo, cortó un camino y tenía al menos 2 km de extensión. En el momento que llegamos nosotros por supuesto habían al menos 2 retroexcavadoras arañando el cerro, en un fútil intento por desagüar el lago y llegar de nuevo al antiguo camino hundido…
Y le mandamos no mas ché
Raya para la suma decidimos ir igual y ahi nos vimos llegando un día Lunes al aeropuerto para viajar a Coyhaique, y como estaba el desastre en estos días casi perdemos el vuelo. Gracias LAN por tu excelente servicio al cliente diseñado para perder tiempo. Obviamente ni un maní ni un grissini nos quisieron dar de comida en el viaje, porque ahora todo lo paga la tarjeta de crédito y: Alonso pedía agua. Un buen fin de semana previo y la ausencia de sueño gracias a alguna chiquilla por ahi habían deshidratado al pobre cristiano. –«Agua!!«, decía. La única respuesta que recibía era: –«paga con Visa o Mastercard». Así que le negaron el agua y su derecho a vivir. Así son las empresas de vuelos hoy en día, que vivan los derechos humanos.
Llegando a Coyhaique nos recibe el transporte local y como Pablo se fue en onda de ricos y famosos contrató a su Gestor de siempre, que a la vez subcontrato a varios gestores para coordinar toda la peripecia. Curiosamente el ente Gestor principal llamado «Pascual» era el coordinador entre las sombras, un fantasma omnipresente que todo lo dominaba pero no era dueño de nada, es decir, nunca lo vimos en las 3 semanas que duró la expedición.
Luego lo «rápido», transporte a Coyhaique, compra de comida y suministros, compra de bencina, traslado a Río Tranquilo, alojamiento en cabaña. Y al otro dia partimos. Lluvia moderada, shower y bien llegamos al GLOF, consistente en un nuevo lago de aproximadamente 800 m de extension de este a oeste con 6 metros de altura y al fondo el camino que ya no existía, suerte la nuestra de tener nuestros packrafts. Ya mientras armábamos nuestro botecitos inflables aparece desde el otro lado del nuevo lago un personaje curioso de esa tierra lejana. Don Alí (como el famoso boxeador norteamericano, solo que éste era local y no profesaba las reglas ni doctrinas de la nación del Islam). En fin, Alí, un patagón local, que si es que en su vida habría ido a la capital del sur, Puerto Montt, menos pensar que se habrá aparecido quizás por ciudad escoria (Santiago de la Nueva Extremadura como le decián antiguamente).
Don Alí
Ali aparece en su propia fortaleza flotante, un zodiac, carga de equipo y zarpe, siendo secundado por 3 pelafustanes en botecitos de goma. Ya en la otra orilla caminamos escasos 200 metros con peso y cargamos la camioneta donde nos llevará unos 20 a 30 kilómetros al punto de partida de la expedición (la llegada del rio Teresa al Rio Exploradores). Curioso evento fue el hecho de que al llegar a buscarnos en el zodiac la pregunta que le hacia a los que ahi rondaban (gente del MOP y a nosotros mismos), pregunta consistente en : «-…por casualidad no tienen liquido de frenos?». Mas tarde sabríamos a qué se refería. Efectivamente, el no quería manejar y tuvo que manejar Pablo puesto que la camioneta frenaba «poquito«, es decir, no tenia liquido de frenos, misterio resuelto. La camioneta en si no andaba mal, pero no frenaba poquito, frenaba muy poquito, o bien, viéndolo de un punto de vista mas optimista: «tenía el freno largo«.
Al final en todo caso, después de un par de derrapes sin mala intención de Schumacher Besser llegamos a nuestro sitio de alojamiento esa noche, un galpón de caballos en el predio de un terrateniente de Talca que se paseaba una vez al año por sus tierras, pero en ese momento era atendido por don José que amablemente nos habilitó el espacio par quedarnos. Luego carpa instalada y vamos pasando los días.

Llueve, pero no gotea (…era así?)
Ya ahi nos dimos cuenta que el tiempo había venido malo, llevaba como 7 días lloviendo y el rio Teresa, el hermoso rio Teresa había subido al menos 2 metros de altura. Así que en ese momento las expectativas pasaron de una expedición que podría haber comenzado bien y terminado bien o mal a una expedición que empezaba mal y terminaba bien o mal o bien no empezaba nunca y nos quedábamos con la bala pasada, es terrible ir a puro gastar plata al sur gancho.
Así que bien, la espera duró 5 días, 5 días de comida, 5 días de aburrimiento, 5 días de mear y cagar en el monte, 5 días de conversas, 5 días de ahumarse hasta que Ali se envalentonó y saco los jamelgos.
5 brutos dispuso Ali para la entrada al valle, ya despues de 5 dias el rio bajo un metro y medio aproximadamente y en teoria era mas seguro subir en animal por la existencia de baguales (animales salvajes agresivos y asesinos conocidos en lenguaje comun como vacas y toros defendiendo a sus crias). En fin, el noble equipo consistia de 4 brutos: el Cenizo para alonso, Don Bigotes (un caballo con sus años pero con una curiosa y rara afeccion genetica que le hacia crecer hermosos bigotes britanicos, la Yeguita Canela para mi (la mas mansita) y el caballo de Ali cuyo nombre no recuerdo. 1 bruto mas conformaba la comunidad del anillo, el Pinto, ocupado multiples veces como pilchero, cargando la modica suma de unos 90 kilos y andando a pata pelada, es decir, sin herraduras ya que como era medio mañoso costaba herrarlo y se le salian sus zapatos.
Ademas junto a todo este equipo estaban los perritos Pronto y Tranquilo. Pronto un pastor belga de 10 años que gracias al peso de su pelo mojado y sus años no le permitian subirse al bote cuando se mojaba y por lo tanto Ali decidio un dia cualquiera trasquilarlo. «Y se dejo?», preguntamos. «Tiene que dejarse no mas», la respuesta del baqueano.
Ya bien partiendo al septimo dia cual adventista nos internamos en el valle, hermoso por cierto, sin vaguales, obvio y tras unos varios cruces de rios que perdi la cuenta (algunos con los caballos hasta el cogote de agua) y algunos percances (el Pinto se «dio vuelta» literalmente 2 veces en el rio y a la yegua se le salio la montura) llegamos al primer campamento de arriero, una hermosa explanada verde donde ali extendio su toldo presto a dormir a la intemperie. Por mi parte, ya me dolia la espalda de tanto trajin en jamelgo. Pasamos la noche y luego otro dia mas de 4 horas a caballo hasta que Ali nos dejo ya que los piececitos de niños azulosos de frio de los caballitos se resbalaban en las piedras mojadas. De aqui en adelante hay pura huella de pudú y es puro «monte colgado» (termino vago y amplio que describe en el sur terreno de fácil transito pudiendo consistir en un bosque amplio, una explanada o una llanura).
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Don Alí en posición de descanzo -
Rata Infecta, jugando «dos» -
CabezaDura, Don Alí y Pablo «el sucio» Besser, compartiendo los mates
Ya establecidos en el ultimo punto a caballo, habiendole pagado a Ali y estando ya por las nuestras decidimos tomar la decision de bajar por el mismo lado por donde vinimos ya que la perdida de 1 semana de expedicion efectiva mermaba cualquier opcion de siquiera tantear una bajada por atras hacia el Murta. Por ende desde ese punto a unos 24 kms del galpon decidimos dejar un deposito con todo lo pesado (si claro) y continuar la marcha.
Se dan curiosas formaciones y eventos geografoescultologicos en esa zona. En la carta IGM donde dice que existe una laguna, la laguna Teresita, ya no hay nada, solo una explanada seca con resto de lo que antiguamente fue una laguna, lengas gigantes secas y cursos de agua azarosos (ahi esta la duda si la laguna se forma en otras fechas con otras lluvias o bien desaparece la laguna tras la acumulacion de sedimento o bien desaguo tras algun evento GLOF en alguno de los ultimos años, sea cual fuere la respuesta, la laguna ya no esta.

Pasando la laguna sigue el mismo camino de siempre, vadeos de rio principalmente y luego vendria lo que sería el primer escollo ya que desde el punto donde desagua la laguna glaciar que recibe agua del colgante que da al cerro Teresa nadie habia proseguido camino por esos valles. El rio desde ese momento segun la carta geografica se encajonaba y ese encajonamiento segun la experiencia del equipo significa, varios cruces de rio o cascadas. Ambas estaban en lo cierto, pero la suerte actuo y solo requirio de varios cruces de rios faciles , un par de pasadas por bosque hirsuto y la superacion de una pequeña «cascada» por la ladera del cerro via un bosque semipodrido pero factible, siguieron 700 m aprox de cajon para luego abrirse el valle logrando una parcial visualizacion de la ruta de subida.
Acampamos en un planito al lado del rio, comimos nuestros liofilizados y nos aprestamos para el siguiente dia, la verdad de la verdad, descubrir en que consistia la parte baja de la entrada que escogimos solo por mapas, solo por una imagen pixeleada que se comia todo detalle en el micromundo local. De nuevo lo mismo, la comparacion y equiparacion del macromundo del mapa, de la vista aerea, al micromundo local compuesto por troncos cruzados, animales y pareds de pocos metros.
El final del valle es mas accidentado de lo que uno espera , multiples pequeños rios desaguan de diversos lados para dar forma a un naciente Rio Teresa. Todos los rios con evidentes rodados de deshielos, caidas de seracs y aluviones varias en distintas fechas.

Hacia el valle final un glaciar colgante con caida constante de material y abajo un molidillo de piedras y palos indicando que la suerte lo es todo, o la muy mala suerte lo es todo. Ya se visualizaba lo que seria nuestra entrada al glaciar, partiendo por un bosque empinado , un hermoso acarreo de unos 60 grados de inclinacion de molidillo que caia desde arriba y luego la paz, un hermoso hombro de nieve que conectaba al plateau superior. Y nos encaminamos no mas, cruzamos la planicie de guerra con el molidillo de piedras, dejamos un deposito con equipo basura que no necesitariamos y luego emprendimos el intento a la parte mas dificil del acceso. El bosque, empinado aveces tupido y con tuneles de caidas de sendos camotes requeria un paso rapido y luego el acarreo, punto de mayor exposicion demoro unas3 horasen caer. El acarreo al final no era tan malo, eran bloques de granito bien afirmados, lo unico si es que cualquier dia, cualquier hora o cualquier momento del año podia caer un bloque de aquellos y darnos el golpe de gracia, ni hablar de un dia lluvioso lo inestable que deberia ponerse el terreno.
En fin, nada de aquello sucedio y logramos armar campamento base en un punto intermedio, sin agua. Ni un hilito!!, como es posible!!, mezquina suerte, tierra yerma infertil!!, ni un hilito de agua y no consideramos esto dentro del calculo de bencina por lo que tratar de derretir nieve (que la habia a esa altura) implicaba quedarse sin combustible y el desastre. La solucion la dio Alonso, basado en experiencias locales Santiaguinas imito a un insigne personaje del sector oriente de Santiago, el señor de las bolsas, trayendose 2 bolsas de basura negras para envolver su deficiente colchoneta (alonso vivio gracias a equipo prestado en esta expe). Las bolsas ,por ende, a pleno sol resultaron una efectiva forma de hacer agua desde la nieve sin pasar por un innecesario gasto de combustible y en un lapso de unas 8 horas logramos hacer la modica suma de 8 litros de agua, bendiciones para la hidratacione, bendiciones para el gasto energetico. Asi que zafamos tal cual disponibles para otro dia de aventuras.

El siguiente dia subimos el hombro de nieve final y resulto ser que el acceso al plateau glaciar era mas facil de lo que pensamos por esa via, ninguna grieta ni cornisa alguna, ningun planchon de nieve maricon, nade de roca, solo una dulce transicion desde un hombro a un plano que se extendia por unos 5 km de nieve/ plana plana. Primera gran alegria de la expedicion. Armamos nuestro murito de nieve, bien mal armado e instalamos nuestra carpa. Sin problemas esa noche ya que hubo escaso viento y nada de frio. Papita facil deciamos.

Ya al segundo dia de plateau intentamos por vez primera el complejo de cerros de al fondo (que mas tarde se habria de llamar Don Antonio). Ya a unos 5 km de avanzado un nubarron proveniente del valle del Rio las Sorpresas se introduce en el sistema glaciar funandolo todo. Niebla densa, visibilidad 10 metros y se acabo el intento señores, vuelta a la carpa entre sol y nubes y a dormir a eso de las 10 de la mañana. Despues de unas dos horitas de sueño rearmamos los corazones señores y partimos a un pseudo cerro, que a mi parecer es cerro, ya no recuerdo la altura eso si, que desde donde estabamos consistia en un nevero con forma de cupula y coronaba con un pezon de hielo escarchado de unos 300mts de desnivel todo, papita pal mono. En 2 horas estuvimos arriba y volvimos antes del atardecer, el cerro obviamente merecia un nombre como la gente y Don Bigote fue el nombre electo.
Ya instalados en la carpa nos acostamos a esperar ya que al otro dia avecinaba mal tiempo (o era ese dia , no me acuerdo bien ya). En fin ya en la carpa y esperando que viniera el diluvio mientras jugabamos cartas artesanales con Alonso inició una ligera ventisca desde donde siempre hubo viento. Tras la gran pregunta: -«Arreglamos el muro??», y la veloz respuesta:-«Na, terminemos este juego y despues arreglamos el muro» ni 10 segundos pasaron hasta que un cambio de viento de norte a sur por donde no construimos muro casi nos vuela la carpa por lo que nos quedamos sin juego, sin honor y casi sin refugio ni esperanza. Mientras el veterano nonagenario Pablo afirmaba el unico parante del que disponia la carpa, Alonso y mi humanidad salimos a construir una fortaleza, no sin dejar de ver el hermoso remolino de nubes y sol que los cambios de tiempo nos trae a nuestras miserables vidas.
Ya despues aparece el mal tiempo, lluvias…reconstruir el muro, viento… tensar la carpa. Hasta que cayo la noche, solo para recordarnos que la carpa no era 4 estaciones , que un muro endeble y mal construido nos iba a jugar una mala pasada y asi fue. Entre el ruido, el viento y la nieve que se colaba por la mallita de la carpa interior la noche fue helada, se mojaron un poco los sacos, pero mas que eso es miedo de que la carpa capotara y volara era mayor asi que solo por susto cual guerra logramos cerrar ojo a las 4 a 5 am recien pensando que el siguiente dia era dia de escape, pero no… hermoso dia el que siguió, helado si, se congelaba el culo al ir a cagar y al momento de partir el dolor de pies de ponerse los zapatos congelados era terrible, pero fuera de eso todo bien, a calentar las patas no mas y seguir.

Ya despues de unas 4 horas despues y entre las nubes y la ventisca lograbamos coronar a cumbre del primero cerro que quiso ser esquivo, la unica dificultad de un paredon de hielo escarchado facil de unos 70 grados y 6 metro de altura llevaba a la cumbre del maldito. Y como a Pablo le tocaba nombrar el cerro, quiso sacar su lado mas politiquero y le puso Don Antonio en honor al fallecido senador por Aysen, Antonio Horvath. Posteriormente ya a la vuelta en el campamento era evidente que no aguantabamos otra noche en ese lugar con esa carpa, sumado al hecho de que Pablo ahora se habia convertido en un ser despreciable acumulador de basura, el basura Besser. Huimos esa misma tarde , cansados, con dolor de patitas pero bien y contentos con 2 cerritos sin ascenso en los bolsillos.

La vuelta fue otra cosa, la tarde del cerro don Antonio para bajar al campamento del hombro, el siguiente dia para acampar pasteramente antes del cañadon y el siguiente dia para pasar el cañadon, llegar al deposito y seguir bajando lo antes posible ayudados por el packraft.
Dificil tarea al principio lo del packraft, los rios en un principio son rapidos y estrechos, lo que amerito un estancamiento en un tronco por parte de alonso y una caida del bote por parte de Pablo sumado a varias pseudocaidas con los cambios de corriente o las entradas de nuevos rios a la teleserie. Lo mas peligroso si son los obstaculos y troncos, al quedarse uno enganchado el torrente hace presion contra uno y el bote lo que dificulta mucho la extraccion y si uno tiene mala suerte las puede vender para quedarse enganchado para siempre.
Acampamos ese dia en una playita de arena despues de unos 7 dias de excelente tiempo patagonico, insisto que Noviembre y diciembre son las mejores fechas, para al final tomar un rio Teresa mas formado, amable, pacifico y consistente para llegar como mojones no al mar sino que al primer punto de campamento y con unos 5 dias de sobra.
Lo que viene despues no aporta mucho mas al cuento y es solo gastadero de plata gracias al burgués Pablo Besser, pero a pesar de él y de Alonso nada de lo anterior podria haber sido posible.
Y esa es la historia que quiero contar hoy, besitos,
La Rata infecta